Cada persona tiene un talento ùnico que cuando es descubierto, nutrido y vivido, cambia su mundo. Al vivir ese ser puro y casi desconocido por nosotros mismos, màs alla de nuestras creencias limitadas, cambiamos lentamente el mundo a nuestro alrededor es una experiencia de intenciòn superior y de mayor libertad.
La pràctica de la meditaciòn diaria nos lleva a integrar la razòn y la intenciòn hacia una compensiòn consciente de nuestra vida personal y espiritual; que no solo se entiende intelectualmente, sino que se experimenta tangiblemente. A partir de ello nos movemos hacia la armonìa y el equilibrio personal, nos abre a una nueva conciencia y a expandirnos màs alla de las visiones limitadas sobre nosotros mismos.
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